Condiciones ambientales en oficinas y espacios cerrados

Condiciones ambientales en oficinas y espacios cerrados
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Las condiciones ambientales en oficinas y espacios cerrados son fundamentales para garantizar el bienestar y la salud de los trabajadores. Estas condiciones incluyen aspectos como la calidad del aire, la iluminación, la temperatura o el ruido, los cuales también pueden influir en el rendimiento de los profesionales.

Cuanto más tiempo pasamos en espacios cerrados, más importante es la buena calidad de las condiciones ambientales que se dan en dicho espacio. Porque no solo afecta a cuestiones empresariales clave como la productividad, la retención de talento o la creatividad, sino también al bienestar, la salud o la motivación de los profesionales.

 

Cinco aspectos clave para unas buenas condiciones ambientales en la oficina

Toda acción destinada a mejorar las condiciones ambientales de una oficina resulta importante. Si tu empresa no lo está teniendo en cuenta aún, debería detenerse en estos aspectos básicos, al menos, para mejorar el desempeño de los trabajadores y reducir el absentismo.

 

Temperatura

La temperatura adecuada contribuye al confort y al rendimiento de los empleados. Dado que puede ser una cuestión muy particular, la buena práctica dicta que se debe tratar de mantener una temperatura suave: cálida pero no calurosa en invierno, fresca pero no fría en verano.

Las temperaturas extremas, altas o bajas, afectan negativamente a la productividad. Aunque no podamos satisfacer el gusto exacto de todas las personas, sí podemos amoldarnos al gusto general mientras nos alineamos con las buenas prácticas en materia de sostenibilidad medioambiental.

 

Ventilación

La buena ventilación es uno de los aspectos más fundamentales para garantizar unas buenas condiciones ambientales en espacios cerrados. Principalmente, por su incidencia en otras cuestiones de especial relevancia como la regulación de la temperatura de forma natural y la renovación del aire de la oficina, que permite reducir la concentración de contaminantes.

 

Iluminación

La regla de oro es que el espacio esté bien iluminado para desempeñar las tareas que se desarrollan en el mismo de la mejor manera y con seguridad. Con iluminación artificial, siempre que sea absolutamente imposible hacerlo con iluminación natural. La luz natural no solo mejora la visión y reduce la fatiga visual, sino que también tiene beneficios relacionados con la salud mental y el bienestar físico.

La exposición a la luz natural regula los ritmos circadianos, lo que ayuda a mantener un sueño saludable y mejora el estado de ánimo. Por lo que, si tienes opción, diseña espacios de trabajo con amplias ventanas y disposiciones que permitan un uso óptimo de luz natural. Y siempre que se eche mano de la luz artificial, que imite en lo posible las propiedades de la luz natural, contribuyendo también a la eficiencia energética.

 

Calidad del aire

La presencia de compuestos orgánicos volátiles, polvo y partículas pueden tener efectos perjudiciales en la salud de los empleados. Para evitar estas afecciones, las oficinas cuentan con tres aliados: los filtros de aire de alta calidad, las plantas de interior y los protocolos de limpieza del aire. Con esto y una estrategia sistemática de ventilación, se reducen las afecciones a la salud de forma drástica.

 

Ergonomía

Los muebles y equipos que se ajustan a las necesidades de cada empleado no son un capricho, son pólizas de seguro para prevenir problemas de salud a largo plazo o molestias que afectan al rendimiento (dolores de espalda, fatiga muscular, tortícolis…).

La ergonomía es útil, también, para diseñar los espacios, ya que según las aplicaciones que se le de, puede fomentar la colaboración y la comunicación entre personas, incrementando la productividad y la creatividad de los equipos.

 

Los beneficios que se consiguen con unas buenas condiciones ambientales para las personas y, por extensión, para el negocio; también tienen un impacto positivo en el medio ambiente. Esto, además de positivo para el entorno, ofrece otros retornos extra para la propia empresa en forma de buena imagen de marca, interés del talento comprometido, la posibilidad de participar en compras públicas verdes, etc.

Las empresas que reconocen y abordan estos factores no solo promueven un entorno de trabajo positivo, sino que también contribuyen a la creación de lugares sostenibles y respetuosos con el medio ambiente y la sociedad. Invertir en la optimización de estas condiciones ambientales es, además de una decisión empresarial inteligente, una demostración de compromiso con las personas y el entorno.