La importancia de las zonas verdes en oficinas

La importancia de las zonas verdes en oficinas
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Antes de explicar la importancia de las zonas verdes en oficinas y por qué todos los espacios de trabajo deberían tener plantas, es importante empezar con una aclaración: cualquier espacio puede albergar una zona verde, independientemente de sus condiciones y su tamaño. Encontrar las especies ideales, la distribución correcta y el emplazamiento adecuado puede ser complejo; pero son obstáculos que siempre se pueden salvar.

¿Por qué tomarse tantas molestias para llenar de verde un espacio de trabajo? Las flores, plantas y árboles mejoran el aspecto general de cualquier lugar, lo cual siempre es recomendable, pero la magia de las zonas verdes en oficinas va mucho más allá de eso.

La mayoría de las personas pasan gran parte de su tiempo en entornos laborales, ya sean fábricas, oficinas o comercios. Por eso, es esencial que estos espacios sean propicios para el bienestar y, por supuesto, también para la productividad. Una forma efectiva y relativamente sencilla de ayudar en esa tarea es incorporando zonas verdes o plantas en el diseño y la decoración de los espacios de trabajo. En un tiempo en el que la retención y atracción de talento es tan importante, es recomendable tenerlo todo en cuenta. Además, con el trabajo remoto despuntando entre los intereses de ciertos perfiles profesionales, las oficinas deben ofrecer un valor añadido para favorecer un mejor trabajo y atraer a las personas más reticentes.

 

Beneficios de las zonas verdes en oficinas

La incorporación de zonas verdes en espacios de trabajo no solo es estéticamente agradable (con los consecuentes beneficios cognitivos), sino que también ofrece una serie de razones de peso en términos de salud y rendimiento de los empleados. Combinadas con un protocolo de limpieza libre de químicos, rutinas de ventilación periódicas y un esfuerzo por eliminar todo tipo de productos que puedan resultar dañinos para la salud (ciertas pinturas, ambientadores, adhesivos, etc.), puedes garantizar un entorno seguro y altamente productivo para todos los trabajadores y visitantes de la empresa.

 

Mejoran el ambiente

Las plantas tienen la capacidad única de purificar el aire, absorbiendo dióxido de carbono y liberando oxígeno durante el proceso de fotosíntesis. Además, está demostrado que ciertas plantas tienen una capacidad especial para filtrar compuestos orgánicos volátiles presentes en el aire, lo que reduce la concentración de sustancias nocivas para la salud.

 

Reducen el estrés

La presencia de plantas en el entorno laboral puede reducir los niveles de estrés y promover una sensación general de bienestar. La conexión con la naturaleza que proporciona una zona verde puede ayudar a aliviar la tensión y mejorar el estado de ánimo de los empleados, lo que a su vez se traduce en un ambiente laboral más armonioso y productivo.

 

Incrementan la productividad

Las plantas en un lugar de trabajo pueden aumentar la productividad de los empleados ya que fomentan un entorno más relajado y agradable que estimula la creatividad y la concentración de manera significativa. Un estudio de Cardiff University School of Psychology incluso cifra en un 15% el aumento productivo por empleado gracias a las plantas.

 

Fomentan el trabajo en equipo

La introducción de zonas verdes en espacios de trabajo ayudan a crear un ambiente más acogedor, que resulta propicio para la colaboración. Al ofrecer un entorno más relajado y atractivo, las plantas facilitan la comunicación y el trabajo en equipo entre los empleados.

 

Aumentan la satisfacción

Cuando los empleados se sienten cómodos y valorados en su entorno de trabajo, es más probable que estén satisfechos con su empleo y se mantengan comprometidos con la empresa a largo plazo. Las zonas verdes no solo ayudan a trabajar con mayor eficacia y menor estrés, sino que también son una muestra de preocupación por el bienestar por parte del empleador. El resultado es mayor satisfacción laboral y retención de talento.

 

Zonas verdes en exteriores de entornos laborales

La calidad del aire en interiores es un aspecto de primera magnitud que se debe considerar en cualquier empresa. Cuidar la salud de los empleados debe ser uno de los objetivos primordiales de cualquier compañía. Pero, ¿podemos multiplicar los beneficios de las plantas instalando una zona verde en el exterior?

La respuesta es muy sencilla: sí; todo contacto con la naturaleza resulta positivo a nivel físico y mental. Y cuanto mayor es el contacto, mayores son los beneficios. Por eso, habilitar una zona verde algo más amplia, incluso si se hace en exteriores, es mucho mejor (sin perjuicio de las plantas o zonas verdes del interior).

Muchas empresas tienen interiorizado el valor de las zonas verdes e incluso promueven la utilización de espacios verdes, incluso en zonas públicas como parques, para desarrollar algunas de sus reuniones o eventos. En países como Suecia es una práctica extendida y común para incrementar la participación, la colaboración, las relaciones interpersonales o la gamificación en la empresa.

Las grandes empresas, como Microsoft o Google cuentan con sus propios espacios verdes que pueden llegar a tener grandes extensiones. Esto puede resultar una quimera para muchos negocios pero, de nuevo, la posibilidad está al alcance de casi cualquier empresa con cambios menos ambiciosos y tratando de aprovechar cada rincón posible: una terraza, una azotea, la entrada al edificio o un pequeño patio.

 

Bosques de bolsillo en los alrededores de la oficina

¿No cuentas con mucho espacio exterior en tu entorno laboral? Siempre puedes sacar algunas de tus reuniones o eventos al espacio público… u optar por crear un “bosque de bolsillo” en la empresa para que lo disfruten trabajadores, clientes, proveedores y el resto del vecindario.

En Europa se está produciendo un movimiento arrasador que está transformando pequeños espacios con zonas verdes. Arcenes, estacionamientos, patios de escuela, grandes terrarios e incluso basureros se convierten en emplazamientos ideales para plantar pequeños bosques. Y esto es una clara muestra de que casi cualquier espacio de casi cualquier tamaño puede albergar una zona verde.

bosques de bolsillo

En un artículo de The New York Times, en agosto de este mismo año, se hacían eco de esta tendencia que parece imparable. Y no solo en Europa, sino también en gran parte de Asia, África y Sudamérica. Japón es toda una potencia, además del país donde surgió una tendencia que ya está proliferando en Estados Unidos.

Los llamados “bosques de bolsillo” fueron ideados por el botánico y ecólogo japonés Akira Miyawaki, ganador del Premio Planeta Azul 2006 (el equivalente ambiental del Premio Nobel). Esta innovación consiste en crear bosques nativos de crecimiento rápido, en espacios reducidos.

Cualquier oficina con disponibilidad de suelo a su alrededor, por poco que sea, puede promocionar la creación de estos bosques que crecen hasta 10 veces más rápido que las plantaciones de árboles convencionales. Esto permite soportar más pájaros y otros animales (con los consiguientes beneficios para las personas), absorber más carbono y, además, requieren de un menor cuidado: pasados tres años no necesitan deshierbes ni riego, son autosuficientes.

El método Miyawaki consiste en limpiar el terreno de malezas y obstáculos que dificulten el crecimiento de los árboles y hacer una plantación densa, con los ejemplares muy cercanos entre sí, como en un bosque natural. La selección de especies es muy importante, eligiendo árboles y arbustos nativos de la región que, combinados, se complementan y protegen entre sí. Los primeros años se requiere un cuidado constante para asegurar un crecimiento saludable pero después la naturaleza hace su trabajo. El bosque crece rápido, se vuelve denso y se autorregula. Echa un vistazo a tu alrededor y visualiza ese espacio desaprovechado en tu lugar de trabajo… ¿lo tienes? ¡Pues a por ello!

 

Como se ha comentado al principio, contar con una zona verde en una oficina puede resultar complicado, dependiendo de muchos factores. Pero cualquier esfuerzo merece la pena: desde las posibilidades que tiene una multinacional para crear un espacio verde hasta la posibilidad de albergar una pequeña planta en el escritorio; todo ayuda. Considerar la inclusión de plantas en el diseño de los entornos laborales es una inversión que puede generar retornos significativos en términos de bienestar y eficiencia en el trabajo. Así, promover un ambiente de trabajo más verde y saludable es una decisión que beneficia tanto a la empresa como a sus empleados.