La salud en el trabajo tras la Declaración de Luxemburgo

La salud en el trabajo tras la Declaración de Luxemburgo
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La salud en el trabajo es un término amplio, que engloba no sólo la necesidad de mantener la salud de las personas trabajadoras, sino también que se desarrolle la actividad laboral en un ambiente adecuado, permitiendo su participación, con unas condiciones justas y seguras.

La Declaración de Luxemburgo es la declaración que marca un antes y un después en la promoción de la salud laboral, aunando los esfuerzos de empresarios, trabajadores y el conjunto de la sociedad para un mayor bienestar.

 

Qué es la Declaración de Luxemburgo

La Declaración de Luxemburgo es un documento elaborado por la Red Europea de Promoción de la Salud en el Trabajo en 1997, que constituye un hito para mejorar la salud y el bienestar de todas las personas en su puesto de trabajo. En dicho documento se establecieron unos principios básicos de actuación para gestionar convenientemente la salud de los trabajadores en la empresa, así como un marco de referencia para todo tipo de organizaciones a nivel europeo.

Esta declaración, teniendo como punto de partida el cumplimiento de la normativa de prevención de riesgos laborales, va mucho más allá. Este criterio conlleva un razonamiento lógico, pero también es un símbolo: no hay bienestar posible con riesgos laborales. Por ello, el bienestar de los trabajadores empieza en la prevención de todos los riesgos asociados o derivados de su puesto de trabajo, pero no es algo en lo que detenerse. El bienestar se debe desarrollar a partir de esos mínimos.

De la Declaración de Luxemburgo deriva el concepto de salud en el trabajo, asociado a la idea anterior. La salud es tener cero riesgos, al menos. Pero también es condiciones dignas de trabajo, participación activa de los trabajadores, promoción de hábitos saludables, programas de bienestar, fomento del desarrollo personal y responsabilidad social.

 

Importancia de la Declaración de Luxemburgo para la salud en el trabajo

La salud y la seguridad en el puesto de trabajo es una contribución esencial para la disminución de accidentes y prevención de enfermedades. Por tanto, es también un mecanismo efectivo para el ahorro de costes y el incremento de la productividad por medio de una mayor motivación, un mejor clima laboral y la plenitud de condiciones físicas y psicológicas. A más, es también un mecanismo de suma importancia para mejorar la salud de toda la población y mantener su calidad de vida.

Esto convierte la Declaración de Luxemburgo en un mecanismo para mejorar la sociedad en su conjunto, empezando por lo más básico: lucha contra las enfermedades laborales, prevención de contagios por enfermedades comunes, los accidentes, las lesiones y el estrés. Previniendo los problemas que pueden surgir en el lugar donde las personas pasan la mayoría de su tiempo.

 

Cuestiones importantes para preservar la salud en el trabajo

El trabajo y el lugar de trabajo pueden influir de forma negativa en las personas, de ahí que sea importante preservar la salud y el bienestar de los trabajadores. Por responsabilidad sobre todo, pero también, como única forma de alcanzar los objetivos empresariales.

Del mismo modo, tanto el trabajo como el lugar de trabajo pueden influir de forma positiva en las personas, que es a lo que cualquier empresa con vocación de permanencia aspira. La Declaración de Luxemburgo da unas pistas para alcanzar ese objetivo:

  • Servicio integrado de seguridad y salud en el trabajo.
  • Respeto escrupuloso por la normativa de prevención de riesgos laborales y fomento de la seguridad en el puesto de trabajo.
  • Políticas de personal que incorporen actividades de promoción activa de la salud.
  • Métodos para el reconocimiento de los trabajadores como elemento imprescindible de la organización.
  • Medidas para fomentar un buen ambiente laboral.
  • Cultura y principios que fomenten la participación de los trabajadores.
  • Métodos de difusión, comunicación y sensibilización sobre la seguridad y el bienestar.
  • Criterios organizativos del trabajo para que las personas encuentren el equilibrio entre la actividad profesional, la vida personal, la formación y el reconocimiento social.
  • Identificación de “puntos negros” para la seguridad y la salud en el desarrollo de la actividad laboral, para tratarlos y eliminarlos.
  • Desarrollo de guías prácticas para la prevención de riesgos y accidentes, así como la promoción de la salud y el bienestar.

 

La declaración fruto de la reunión celebrada en Luxemburgo, aquellos 27 y 28 de noviembre de 1997, pone de relieve la importancia de tener “gente sana en organizaciones sanas”. Desde entonces se ha avanzado mucho; pero es responsabilidad de empresas e individuos materializarlo.