Las principales quejas sobre el trabajo de un Administrador de Fincas
Cuando hablamos del trabajo de un Administrador de Fincas y las cuestiones con las que tiene que lidiar, habitualmente hacemos referencia a los problemas más habituales a los que se enfrenta el profesional colegiado o las preocupaciones típicas en una Comunidad de Propietarios. Pero solemos olvidar que las responsabilidades y el trabajo del Administrador de Fincas también pueden generar descontento o conflictos. Por eso, en esta ocasión vamos a hablar de las principales quejas sobre el trabajo de un Administrador de Fincas, porque en ocasiones, la preocupación de los propietarios es la propia figura del Administrador.
Excesivos honorarios
Se trata de una de las quejas sobre el trabajo de un Administrador de Fincas más habituales ya que, en ocasiones, los vecinos y vecinas nos son conscientes de la situación del mercado y de todas las tareas a las que hace frente un profesional colegiado. Estas, además, se realizan diligentemente en la mayoría de ocasiones, lo cual requiere de formación, experiencia y dedicación.
Se trata de una queja que, comúnmente, es fácil de responder apelando a las cuestiones mencionadas anteriormente. Además de recordar que el salario de un Administrador de Fincas es libre, que se ajusta a los trabajos desempeñados. Si existen diferencias insalvables sobre esto, hay alternativas a las que acudir.
Gestión deficiente
Ante este tipo de quejas pueden suceder dos cosas: que sea cierta o que no. En el primer caso, corresponde al Administrador de Fincas solventar las cuestiones que hacen que la situación sea esa. En el segundo caso, puede suceder que los propietarios consideren que ciertas gestiones llevan mayor tiempo del necesario, que no se resuelven de forma satisfactoria o que no se atienden debidamente las quejas.
Abordar este descontento requiere de ciertas dosis de paciencia para explicar los motivos de la mala percepción. Frecuentemente, el trabajo del Administrador de Fincas puede depender de terceros, algo que generalmente provoca demoras. De igual modo, es fácilmente demostrable por qué la resolución de cada incidencia es la que es, y por qué se trata de la medida correcta en cada situación concreta.
Insatisfacción con los proveedores
Muy ligada a la anterior, otra de las principales quejas sobre el trabajo de un Administrador de Fincas tienen su origen en terceros. Ya sea por disponibilidad, deficiente resultado de un trabajo o cualquier otro motivo, es habitual que la queja recaiga en quien les ha contratado. Lo mejor es llevar un registro de contactos y contratos, así como un control de horarios, calendarios y trabajos realizados para saber en todo momento si la queja tiene fundamento o no. En caso afirmativo, el Administrador de Fincas debería tomar las medidas oportunas, primero para resolver la incidencia, y segundo para que no vuelva a ocurrir.
La mejor medida para evitar este tipo de situaciones incómodas es contar siempre con profesionales de confianza, experiencia en su área de trabajo y referencias contrastadas. Aquí te damos una sugerencias para contratar al mejor proveedor de limpieza, como ejemplo.
Atención a sugerencias
El rol de Administrador de Fincas requiere de trabajo diario con personas. Por ello, es importante estar siempre dispuesto y presente para atender todo tipo de quejas y sugerencias. Es, de hecho, otra de las quejas sobre el trabajo de un Administrador de Fincas más frecuentes.
Es recomendable practicar la cercanía, ofrecer diferentes formas de contacto, establecer canales de comunicación alternativos, estrechar las relaciones con personas clave de la finca (como la Presidencia), contestar siempre de manera ágil y ser diligente en la resolución de las interpelaciones.
Agenda oculta
Las suspicacias, a veces, llevan a algunos vecinos a pensar que un Administrador de Fincas ha sido contratado por amiguismo, que este manipula los fondos a su antojo o que realiza las contrataciones también favoreciendo a sus conocidos.
Hay una fórmula mágica para evitar estos recelos: actuar siempre con honradez y profesionalidad, resolviendo de forma rápida y eficaz cualquier tarea en las áreas para las que ha sido contratado el Administrador de Fincas, con transparencia y eficiencia.