Edificios residenciales que ayudan a ahorrar
El gas, la electricidad, los materiales para reparaciones… todo sube, incluso aquellas cosas por las que no podemos esperar en una Comunidad de Vecinos. Por ello, aunque siempre ha sido importante contener el gasto, ahora es cuando más se agradece que el propio edificio donde vivimos nos ayude a ahorrar.
Por suerte, ahorrar es cada vez más fácil. El compromiso del conjunto de la sociedad con un consumo responsable y la reducción de emisiones, permite que sectores como el de las energías renovables o la eficiencia energética, entre otros, puedan ofrecer servicios competitivos a un buen precio que, a su vez, permiten generar importantes ahorros en el medio y largo plazo. Veamos algunos ejemplos de cómo, aunque parezca ciencia ficción, un edificio residencial puede ayudar a ahorrar a la Comunidad de Propietarios.
Reducir la demanda de energía
La realización de obras para convertir en inmueble en un edificio pasivo supone una importante inversión; pero se trata de una medida que genera ahorros en el largo plazo, aumenta el confort de los inquilinos y, además, contribuye a luchar contra el cambio climático.
La mejora de la envolvente del edificio, la barrera que lo protege del exterior, permite reducir al máximo el consumo energético para calentar o enfriar las viviendas sin comprometer la calidad de vida en el interior. De hecho, estas actuaciones están a la orden del día en los edificios nuevos como una de las claves para la sostenibilidad en el sector de la construcción.
Además, es el momento propicio para acometer este tipo de obras, ya que las ayudas para la rehabilitación de viviendas del Gobierno Vasco cuentan con el respaldo de los Fondos de Recuperación (Next Generation EU, con 6.800 millones de euros para rehabilitación energética).
Ajuste del consumo energético
Ya sea con calefacción individual o una instalación centralizada, existen fórmulas para adecuar el calor requerido a los momentos y lugares concretos. Los elementos de sectorización y medición permiten activar o desconectar la calefacción, pudiendo dirigir el consumo de energía a lo necesario.
En esta misma línea, a nivel individual también se pueden instalar sistemas de reducción de caudal de agua en los grifos, inodoros de doble descarga, adquisición de electrodomésticos eficientes o sustitución de bañeras por duchas. A nivel comunitario, puede ser recomendable la sustitución de calderas y bombas de calor por modelos más eficientes e instalaciones de energías renovables; así como el empleo de iluminación más eficiente con temporizadores y detectores de presencia para eliminar gastos innecesarios.
Servicios energéticamente eficientes
Entre los gastos de la Comunidad, encontramos varios servicios que son irremplazables como la limpieza; pero lo que sí es posible reemplazar es a los proveedores ineficientes. Es recomendable contar con empresas certificadas por su cuidado del medio ambiente, la gestión responsable de los residuos y la máxima eficiencia; tanto a la hora de emplear la energía como el agua de la Comunidad.
El resultado, además de cualitativamente mejor a todos los niveles, también es un importante ahorro en los suministros que debe proveer la Comunidad de Propietarios para la realización del trabajo.
Entre las labores de un Administrador de Fincas, se encuentra el asesoramiento, garantizar la buena salud financiera y el mantenimiento de la Comunidad de Vecinos; por lo que ofrecer alternativas para ahorrar en estos tiempos difíciles, es vital. Ofrece soluciones y te asegurarás de contar con usuarios satisfechos y Comunidades de Propietarios fidelizadas.
