Los nuevos retos del Administrador de Fincas
El pasado 2020 ha sido un año muy difícil para muchos sectores de la sociedad y sus profesionales. La figura del Administrador de Fincas no ha sido menos, teniendo que hacer frente a una serie de retos que, en muchos casos, se han presentado sin previo aviso.
La situación respecto a la pandemia, lejos de solucionarse, ha experimentado una gran mejoría. Los meses marcados por el confinamiento hicieron que se pausaran ciertas actividades en las Comunidades de Vecinos, dejando para más adelante las tareas que no se consideraban imprescindibles. Pero esto no supuso menor carga de actividad para los Administradores de Fincas, sino todo lo contrario, con una nueva forma de trabajo instaurada por fuerza mayor.
Ahora, con la “nueva normalidad”, la desescalada y una posible vuelta a la normalidad, no se puede decir que el trabajo del Administrador de Fincas vaya a ser más sencillo; entre otras cosas porque habrá que ir haciéndose cargo de todo aquello que se pospuso en su día. En cualquier caso, aunque durante el presente año 2021 y en los próximos meses de 2022, en ocasiones derivados de la situación sociosanitaria pero no siempre, los Administradores de Fincas van a tener que abordar nuevos retos para cumplir con los principales objetivos de su trabajo: velar por la buena gestión de la Comunidad, la conservación de las instalaciones y el bienestar de los vecinos.
Los retos del Administrador de Fincas en los próximos meses
Como en la mayoría de negocios, el final del año 2021 y comienzos de 2022, las Comunidades de Propietarios han de adaptarse a situaciones que van a marcar su día a día. Sin perder de vista la evolución de la pandemia, habrá que estar al corriente de las medidas para la recuperación económica, sin olvidar los retos sociales a nivel global que se presentan a medio y largo plazo.
Las necesidades derivadas de la Covid-19
Con la vacunación avanzando a buen ritmo se abre un futuro esperanzador. Pero el presente no es tan halagüeño. Por ello, no debemos relajar las medidas de prevención, tampoco en las Comunidades de Vecinos. Un buen Administrador de Fincas deberá seguir poniendo el foco en preservar la salud de los inquilinos del inmueble, así como en las visitas:
- Limpieza de la Comunidad y medidas de higiene en las zonas comunes.
- Facilidades para el distanciamiento incluyendo, si fuese necesario, crear turnos de uso de ciertos equipamientos de la finca.
- Alternativas para la celebración de Juntas, evitando las reuniones en espacios cerrados.
- Desinfección de los puntos calientes de contacto para evitar contagios.
- Seguimiento de la actualidad y las normas, así como actualización y comunicación adecuada de las medidas de seguridad.
Influencia del teletrabajo en la Comunidad de Vecinos
Es posible que muchos de los inquilinos pasen más tiempo que antes en sus casas por la generalización del trabajo en remoto. Y esto puede derivar en nuevas necesidades en según qué tipo de fincas: por ejemplo, obras para adecuar zonas ajardinadas o de recreo, revisión de suministros centrales antiguos, reformas comunitarias para un mayor confort en las viviendas o buzones de publicidad para evitar distracciones en las personas que trabajan desde casa.
El Administrador de Fincas no solo será la persona encargada de evaluar estas necesidades y buscar la mejor alternativa para cada una; sino que también debe ser quien priorice las mismas en un calendario de ejecución para que no entren en conflicto con acciones clave, cambios programados o necesidades de carácter legal.
Impacto de la crisis económica en los propietarios
La crisis ha impactado de forma severa en muchos sectores y, en consecuencia, los trabajadores se han visto afectados. Esto hace que muchos inquilinos traten de reducir cargas para capear el temporal, algo que podría promover cambios en las Comunidades de Vecinos.
El Administrador de Fincas es posible que se vea en la obligación de renegociar contratos, cambiar de proveedor de suministros o buscar alternativas que ahorren costes en ciertos servicios, por ejemplo, en la limpieza.
Aumento de la carga de trabajo del Administrador de Fincas
Como profesional polivalente, sobre los hombros de un Administrador de Fincas recaen muchas tareas, y es posible que ahora ese número de quehaceres vaya en aumento. Así, una de las máximas de su trabajo debe ser la eficiencia.
Lograrlo no es tarea fácil, pero conviene tomar medidas de forma progresiva para evitar saturaciones posteriores. La organización es un asunto clave, cosa que se puede alcanzar con un correcto uso de distintas herramientas de gestión, programas ofimáticos o aplicaciones móviles.
La automatización es otro de los objetivos para mejorar la eficiencia. Ciertas tareas, necesarias pero que no aportan ningún valor añadido, pueden ser automatizadas para dedicar el tiempo a lo realmente importante. Tareas administrativas, contables, de gestión del tiempo, envíos de información, etc. son fácilmente programables con una mínima supervisión.
Por último, no hay que pasar por alto la inestimable ayuda que pueden aportar las distintas metodologías de gestión de tareas, planificación temporal o productividad. Sin duda, tienen mucho que aportar para hacer más en menos tiempo.
Tendencias en el negocio de Administración de Fincas
La digitalización es, cada vez más, una cuestión clave para el negocio. Las nuevas generaciones, que son los futuros clientes y los futuros vecinos de la Comunidad, tienen totalmente interiorizado el uso de nuevas tecnologías para (prácticamente) todo.
Por ello, el perfil del Administrador de Fincas debe abrazar esta tendencia, tratando de acoplarse a esa transformación para la comunicación, la gestión, los negocios y las relaciones. ¿Cómo? Con metodologías de trabajo online, aprovechamiento del almacenamiento en la nube, utilizando el marketing digital para promocionar el negocio, creando una web para facilitar el contacto e introduciendo nuevos procesos plenamente digitales.
Nuevas oportunidades derivadas de los fondos de recuperación
Una buena parte de los 70.000 millones de euros que el Estado va a movilizar hasta 2023 para impulsar la economía post-pandémica, irá destinada a la transición energética. Dentro de la misma, cabe destacar la importancia que se le otorga a la rehabilitación de los edificios para mejorar la eficiencia energética.
El Administrador de Fincas está al mando de todo lo que conlleva la rehabilitación de un edificio y, también, en relación a las ayudas que se vayan a otorgar. Pero además, hay que ser conscientes de que, dada la importancia que se le da a estas cuestiones, no sería raro ver cómo se endurecen las normas y las obligaciones en el futuro para que los edificios sean más sostenibles y eficientes.
Preocupaciones generales crecientes en los vecinos y vecinas
La sociedad está cada vez más concienciada con algunas cuestiones que afectan a cada individuo. Las personas que forman parte de la Comunidad de Vecinos no son menos, y el Administrador de Fincas debe adaptarse a esas nuevas necesidades o preocupaciones.
Cuestiones legales como la protección de datos de carácter personal u otras preocupaciones que han incrementado su presencia en medios de comunicación, como la okupación de viviendas, requieren de acciones o asesoramiento por parte del Administrador de Fincas para evitar multas o rebajar la ansiedad de los inquilinos.
Cambios administrativos de cara al próximo año
Este reto es algo muy habitual para un Administrador de Fincas, pero no por ello se debe dejar de lado. En el País Vasco, los cambios administrativos más cercanos vienen marcados por TicketBAI en las tres Haciendas Forales vascas, así como del sistema Batuz en la Diputación de Bizkaia; si bien se ha retrasado su implantación.
Todas las empresas y autónomos de la Comunidad Autónoma Vasca deberán adecuar su actividad a este sistema para informar de los ingresos próximamente, y existen beneficios fiscales en caso de adaptarse a la normativa antes de que entre en vigor en 2024.
Importancia de la sostenibilidad y la ecología
Una Comunidad de Vecinos no puede quedarse al margen de la colaboración que requiere lograr un futuro más sostenible. Por ello, además de la rehabilitación de viviendas y la eficiencia energética que se han comentado anteriormente, se debe apostar por reducir la huella ecológica.
Un Administrador de Fincas es una figura clave para promover estos cambios tan necesarios y, cada vez más urgentes: contratación de servicios de Limpieza ECO Friendly, promoción del reciclaje en la Comunidad, búsqueda de alternativas energéticas renovables, comunicación de hábitos de ahorro de agua, etc.
Los retos inspiran y motivan, así que, como Administrador de Comunidades, afronta esas oportunidades que se te brindan para obtener las mejores recompensas: vecinos y vecinas que disfrutan de la máxima tranquilidad y bienestar en sus viviendas.